Lo mejor eran los comentarios, gente me escribía por que el libro estaba SUPER BUENO. Lo malo era mi cara de venado lampareado en carretera cuando me preguntaban donde lo podían conseguir porque lo habían recomendado. Y...¡TADÁ!  Ya se puede conseguir en Amazon. 

Qué emoción. Ahora está más internacionalizado, digamos. Y no es por nada pero es un librazo, y no solo porque yo lo diga, si no por toda la historia que ha tenido. Su primera presentación fue en mi cumpleaños en el Cine Morelos, un 7 de marzo con Chris Hernández presentando y fue una chulada. Increíble presentación... Fue su patadita. De ahí inició su gira artistica. Tuve mi pretexto para regresar después de algún tiempo al terruño en el que se escribió y presentarlo en Puerto Peñasco, y así ver a mis amigos, donde firmé brazos y bubis (tengo fotos que lo acreditan)... Y luego en Ferias de libro en Zócalo de CDMX, Querétaro, Hermosillo,  Yautepec y en la famosísima FIL Guadalajara, en la que se acabó la edición que llevé en dos días (los otros dos me la pasé padrísimo con mis compañeros escritores).Lo presenté en Gandhi Hermosillo un día antes de que hicieran oficial la pandemia (más no el encierro) un viernes 13 de marzo de 2020. Y aún con pandemia y encerrón, no paró. Ohooo nooo. El señorito tuvo

sus presentaciones  vía zoom en el programa Confieso que he leído, en  ¿Y si lo hablamos?, fregonsísimas ambas, y algunas otras en radio sonorense. Luego ganó el premio Alebrijez 2021 a mejor novela romántica. Ahí tengo mi premio (más no el mezcal que nos regalaron, ese si ya fue). Se mandó por correo, experimentó con paqueterías varias, (ninguna me acabó de satisfacer del todo, la verdad) ...Llegó el punto en que estuve rascando a los que tenía regados por la casa, en casa de Andrea en Hermosillo, en Librería Mi Libro Mx, en la  Editorial Alebrijez, en el carro de mi Twins (Sils Casillas, que traía ahí  "por si cualquier cosa")...Hasta que se acabó la última edición impresa y sólo me quedé con el mío todo rayoneado. Lo mejor eran los comentarios, gente me escribía por que el libro estaba SUPER…

¿Para que traer hijos al mundo si ya se va a acabar, si no cabemos? Va a haber escases de agua, pronto el apocalipsis zombie. Tengo un ahorrito, quiero viajar y conocer, ya que la vida que se ofrece en comparación es pequeña, sin gratificaciones y asfixiante. Entre otras tantas muy válidas razones.

 El Papa se expresa sobre quienes prefieren perrhijos y gathijos, a niños de verdad. Les llama egoístas (inserte aquí caras de perrhijos asombrados). Vaya tema para poner el dedo encima y ¡vaya tiempos para poner el dedo encima de ese tema! Pero, sobre todo, vaya figura pública que pone el dedo encima sobre el tema. No es precisamente la Iglesia Católica quien brille por su sana relación con los niños. Yo he aprendido, y he hecho aprender a varios, a no meterme en eso desde hace unos años, ya, (tanto en el asunto de tener hijos como el de las relaciones anteriormente enunciadas), pero bueno, a quien le hagan cosquillas, que se ría. Honestamente no vi todo el clip y solo estoy opinando sobre lo que leí en noticias y twits, áreas en las que la religión y el sumo pontífice no son precisamente populares, por mucho que le echen ganitas (que he de admitir que ha tenido sus aciertos). También estamos de acuerdo que ya las noticias nada mas agarran aquello que

les brinque y genere vistas; extraen, editan y lo pintan de color alarma. Nada más no ponen “Y no se imaginan lo que pasó después…” por considerarlo poco serio (hay que saber hacer la distinción de cuando es chisme tvnotas y noticia seria, sí señor). Entonces, aclarado el punto, permítanme decirles que no me sorprende. La verdad que no. Y a ustedes tampoco debería de hacerlo. Desde que soy pequeña y he estado en contacto con la religión, recuerdo que tienen una aversión casi patológica a todo lo que tenga que ver con contraconceptivos. A veces tienen un  discurso que pareciera como si bajaran la guardia y hubiera espacio a negociación, pero no, básicamente su credo (después del matrimonio, por supuesto) se reduce a “creced y multiplicaos”, haciendo que sus feligreses esgriman el estandarte de “los hijos que dios nos dé”. No se imaginan esa frase cuantos…

Estos individuos usurpan roles de doctores, dermatólogos, psicólogos, periodistas, escritores, nutriólogos, coaches espirituales, entrenadores, expertos con doctorado en cualquier materia (política, economía, sociología, biología, historia, religión, metafísica, brujería, artes, cine, etcétera), gurús de moda (ustedes creerán que es de los que menos daño hacen pero nooooo, nada más hay que ver los modelitos con los que uno se topa en las calles y le arden a uno los ojos) y lo hacen sin ninguna ética o responsabilidad social.

Seguro has visto de todo. Los videos recomendados y los trending topics no dejan de aparecer insistentes con sus chismecitos con dimes y diretes. Abres cualquier red social y te alimentas, no de entretenimiento, sino de la urgencia feroz por figurar.  Llegamos al grado que ya hay una influencer en la cárcel de Santa Marta haciéndose la brava, supongo queriendo emular a una Harley Quinn (la interpretada por Margot Robbie) y otra extendiendo el personaje de Rosario Tijeras a la vida real, haciéndole la vida de cuadritos a quien se interponga entre su proteína y el consumidor. Gente sin gracia y vulgar que con micrófono en mano expone, humilla y se aprovecha de otros con el pretexto de “entrar en personaje”, cuando solo son ellos mismos magnificados por la lupa de una cámara. Es muy entretenido, lo acepto, sin embargo, pone en evidencia la calidad de gente que goza de chorrocientosmil seguidores y/o se autodenomina celebridad, influencer; son una basura de personas. Es la verdad. Individuos sin calidad humana, que pueden pasarse la veda

electoral por el arco de las piernas como si se secaran después de bañarse por dinero, gente que defiende sin ápice de empatía o humanidad, a imbéciles y salvajes, que además haciendo gala de nula inteligencia, culpa o instinto de preservación distribuyendo videos que exhiben un delito. Personas que no tienen ninguna conciencia social vendiendo agua (sí señores, agua, el Juanpa Zurita vende agua, punto), o una “proteína” con su nombre artístico, que causa más daño que bien y que, además, sabe horrible según la mayoría de los reviews. Como por ejemplo también, el maquillaje de una estruendosa influencer que hizo su nombre gracias a maquillarse y hacer reviews de cosméticos y que justo el diseño se me hizo coqueto, pero la calidad en sí de los polvos y labiales se me hicieron de pésima calidad. En la sola prueba, se sentía más bonito y humectado…

Imaginen a Indiana Jones, sacerdote, desmemoriado y sean generosos y dénselo a un escritor -slash- periodista ambicioso, fanático las teorías de conspiración, (y seguramente de J.J Benítez, David Icke, Alex Jones e Infowars) y con un montón de información citable en sus manos, que le hace agua la boca.

Imaginen a un Indiana Jones ensacerdotado, desmemoriado, maltratado un poco por el MKUltra, con visión de túnel en cuanto a sus creencias; al que no saben ni porque lo agarraron y lo acusan de cosas terribles que jura jamás haber hecho, pero seguro no está. Imagínenlo corriendo, escapando por túneles húmedos y mugrientos en el Vaticano, recorriendo Roma por ductos secretos, siendo golpeado incesantemente por aproximadamente cuatrocientas páginas. Ahora visualícenlo con una monja que no es monja de la cual se enamora tontamente, con un jardinero que no es jardinero, con unos sacerdotes que son masones, con asistentes que son matones y una CIA que sí es la CIA, pero no la que todos creen. Ahora sean generosos y dénselo a un escritor -slash- periodista ambicioso, fanático las teorías de conspiración, (y seguramente de J.J Benítez, David Icke, Alex Jones e Infowars) y con un montón de información citable en sus manos, que le hace agua la boca. Le damos tiempo para marinarse e imprimirse en celulosa y obtenemos el libro Secreto Vaticano de Leopoldo

Mendívil López. Un libro que de haber sido un ensayo o reportaje habría sido tan aburrido como entrar a leer los archivos pelones desclasificados del FBI. Un libro en el que los malos son muy malos y, además de fascinarles el suspenso, les encanta dar cátedra sobre lo que saben. Pero, como buenos catedráticos, tienen que darte a conocer el contexto histórico. Y … no sé si se ponían de acuerdo, por radio, mensajes, telepatía o sabe Dios cómo, pero siempre el villano o guía en turno (todos golpeaban al pobre protagonista), continuaba justamente donde se había quedado el anterior; incluso rellenaban los huecos de los personajes que aparecían eventualmente. Me costó leerlo la verdad. Me costó mucho. Y eso que a mi me encantan las llamadas Teorías de Conspiración; son mi guilty pleasure, por eso me lo recomendaron. Sin embargo, lo hallé pesado, presuntuoso,…

Caes en cuenta que casi todas parecen insinuaciones sexuales; te advierten que, tomes el rumbo que tomes igual te van a coger. Tu escoges si quieres hacerte el desprevenido. En fin, cada quien sus kinks.

Estas en la calle, de pronto suena una inexistente tambora y de la nada te sale un ejército de jóvenes rodeando a un candidato que parece el  papá de todos ellos. Algunos ondeando banderas y otros nada más moviéndose como edecanes de tienda de azulejos, pero eso sí, todos traen sobre la ropa una camiseta de las mas vulgares y mal estampada.  Sigues tu recorrido con pena en el corazón y a izquierda y derecha te atacan espectaculares de pésima calidad (algunos ya rotos) de candidatos políticos. De caras infames, nombres ridículos que sacan a relucir apodos aún peores, sonrisas más falsas que un bigote negro después de los 60’s, y los slogans más terribles que en tu vida hayas escuchado. Por ejemplo el de "Gustavoacan por CoyoAcan”, o “Hazlo conmigo no con la Morena” , además de los típicos imperativos de anexo: hagámoslo, emprendamos, mejoremos, retomemos, etcétera. Caes en cuenta que casi todas parecen insinuaciones sexuales; te advierten que, tomes el rumbo que tomes igual te van a coger. Tu escoges

si quieres hacerte el desprevenido. En fin, cada quien sus kinks. Te da risa, sí, pero te sobas las sienes. El auto se detiene y escuchas de nuevo música; ahora es un cover de una canción de banda. “Todos a votar por fulano de tal. Ahora sí la voz que tu quieres, ahora  sí un candidato que te representa", o algo así, que te das cuenta que ni rima. No inventes, piensas, le atino mejor yo cambiando las letras de Flans o Frozen de broma con mis amigos con varios tragos encima, que estos con sus disque maravillas publicitarias . La rolita de movimiento naranja, esa sí que fue un hitazo. Sonríes y tarareas el coro de movimiento naranja. Obviamente que no tienes una idea de quién sea el candidato ahora, y la verdad es que ni te importa. La música insiste y el semáforo sigue en rojo.…

ya fuera de broma, lo considero un libro tristemente peligroso. Pues bastante mal puede ocasionarle a alguien que considera su vida gris, monótona y que haya considerado matarse, curándola con “un poco de amor por la vida”, porque en realidad tiene “vitrolo” (si no se llama así, no importa porque no voy a abrir de nuevo ese libro para comprobarlo). Solo va a ocasionar más frustración.

Leí Verónica decide morir por razones meramente de integración; o sea estoy en un club literario y ese es el que salió en la tómbola. Ok, le hicieron una película. Ok, lo encontré en físico. Ok, tiene letras grandes y en teoría puede ayudar a recuperar ritmo de lectura que reconozco he perdido (como el dejar de ir al gimnasio). Me serví un trago coqueto para entrarle con ganas y pelearme a gusto con el autor (así dice una amiga) durante toda la lectura. Y quedé gratamente sorprendida del soberano y monumental dechado de porquería que me aventé en dos días, (que solo terminé por el compromiso adquirido). Lo único rescatable de ahí es, aparte de los márgenes en blanco y la calidad de la portada y contraportada que están gruesecitas y aguantadoras, sin dejar de lado la titánica labor de poner tanta caca junta y que parezca un libro, es la idea que flota por ahí de que no dejes que tus padres, con sus ideas precontruidas

del mundo, te corten las ilusiones de hacer lo que quieras o para lo que has sido creado, tu destino o pónganle como quieran. Es como encontrar un billete de veinte pesos, en una bolsa gigante de Sabritones (o en un Paquetaxo amarillo en una peda). Es solo la sorpresa de “¡Ah mira!” porque no alcanza ni para los cigarros, ni para otra bolsa de papas, mucho menos para un six (pero lo guardas por ahí para la coopera). Sin embargo, ya fuera de broma, lo considero un libro tristemente peligroso. Pues bastante mal puede ocasionarle a alguien que considera su vida gris, monótona y que haya considerado matarse, curándola con “un poco de amor por la vida”, porque en realidad tiene “vitrolo” (si no se llama así, no importa porque no voy a abrir de nuevo ese libro para comprobarlo). Solo va a ocasionar más frustración. Puede ser, (doy el beneficio…

Brujas. Poseídas. Locas. Putas. Adictas. Histéricas. Busconas. Malagradecidas. Herejes… A través de la historia ha habido muchos epítetos. Ahora, brincan juntos como una realidad velada y que se escuda convenientemente en la realidad violenta y feminicida (lo siento, hay que decirlo así) del país.

La obra es una fotografía de la serie "Sueños Amorosos" de Demian Siqueiros, cuando se expuso en el Jardín Borda. Al teléfono mi amiga estaba muy enojada. Me habló para desahogarse y despejar su mente, porque, bueno, seamos honestos, gracias a la distancia, ambas estamos convencidas de que esa es mi humilde aportación. El asunto es delicado. Es terrible. Incluso inconcebible, pero tan real como que estoy poniendo mis dedos en estas teclas. Una compañera de su trabajo había desaparecido. Según entendí, se iba a mudar de casa e iniciar su proceso de divorcio y un día ya no se supo más de ella. Incluso tenía protocolo de persona desaparecida. Hasta ahí, horrible, pero relativamente normal (es aterrador que en México podamos llamar a esto “normal”, pero ese es otro tema), y la gente sigue su vida, preocupada, asustada, pero siguen. Entonces mi amiga recibe una llamada fuera de lo común; una mujer al otro lado de la línea ¿Conoces a “…” que trabajaba en tu área?. Sí, responde mi amiga, pero

hace rato que no la veo con esto de la pandemia. Pues esta internada en una clínica de “rehabilitación” en contra de su voluntad, siguió la otra mujer. Lo raro, me comenta mi amiga, es que la chica no consume drogas ni alcohol. Solo se iba a divorciar. La que me llamó, también fue internada en contra de su voluntad hace algunos meses, ¿recuerdas?. En lo personal me gustaría  proponer el término “removida de la vida social que acostumbraba”). Bueno, siguió mi amiga. Ella fue lo suficientemente brillante como para hacerse de algunas amistades y así se enteró que esta chica estaba dentro. A ella la hicieron pasar por loca (que tal vez lo esté, no vamos a discutir eso), pero el lugarsucho este, no es un psiquiátrico, ni una clínica, es un centro de rehabilitación. En lo que estábamos hablando, la puse en altavoz para hacer una…

La verdad no soy afecta a poner altar de muertos, sin embargo, admiro mucho a quien lo hace. Soy más de la idea de hacer libaciones, si a ritos paganos nos llevamos. Brindo primero por el Dios al que profeso, que lamento informarles que no es Thor (tengo mi parte cursi y espiritual, aunque no lo crean), luego por la memoria de mis antepasados queridos, y de mis antepasados que solo fueron antepasados. Y doy gracias por la fortuna de coincidir (o no, que eso también se agradece) con ellos y ellas. Esas son mis ideas: si están aquí, que convivan, (incluso puedo tener hasta botanita) si no, se les recuerda. No forzamos a nadie. Parte de esto, tiene que ver con mis muy escasas habilidades de anfitriona socialité de lo sobrenatural: no cocino bien (y mis abuelas eran muy exigentes con los sabores), el pan me lo como, la bebida me la tomo, las fotos siempre están, las velas se me olvidan y/o juego con la cera, y los olores

me dan alergia.  Además, y también, porque soy terriblemente miedosa. En lo personal preferiría no tener espíritus correteando por mi casa ningún día, menos cuando pueden traer hasta invitados. Si no propios, menos ajenos. Gracias. Dicho esto, compré unos Cheetos finos, clásicos y unas cervezas selectas no artesanales, me senté a escuchar música en la terraza, y a petición de una amiga, encendí una vela. ¡Salud y gracias! Empezó a hacer un aire, que me imaginé era una borrachera de espíritus enfiestados, peleando por terrenitos de la tía, llorando reclamando al marido que ya se volvió a casar (y todo el chisme que eso conlleve), cayéndose, cantando, levantando polvo, azotándose contra las puertas y así. La luz iba y venía, que parecía discoteca. Quedó eso en mi imaginación y muy decentemente me metí con mi fiesta personal a leer, hasta que la lamparita se quedara sin pila. Obvio, no…

Es la historia del hijo pródigo cuatritransformada, que está infectando un país, entrando por debajo de las puertas como inundación.

“Abrazos no balazos” fue la propuesta. Acusarlos con sus abuelas o mamás para que les corrijan. Asegurar que no se les maltrate y sean tratados como seres humanos que fingen ser. Saludar de mano y con todo respeto a la sacrosanta madre del Chapo. Juicio justo a violadores y fianzas asequibles para pederastas. Por señalar algunos. Sin embargo, a los de a pie, habrá que tratarlos con dureza para que no se salgan del redil. Hay que exprimir a esas vacas lecheras tan consentidas y quitarles la soberbia, enseñarles humildad a aquellos que creen o quieren salir adelante por sí mismos. Un puño de hierro y cero tolerancia. Es la historia del hijo pródigo cuatritransformada, que está infectando un país, entrando por debajo de las puertas como inundación. Por mas barreras que quieras poner, sabes que, o deja de llover, o solo es cuestión de tiempo, para que aquello arrase contra todo. Vamos, que todo mundo sabemos de qué pie cojea México. No hay que hacernos que el mesías macuzpano

nos habla y muestra su divino rostro. En otras palabras, no hay manera ya de hacernos pendejos. La pandemia no esta controlada. La gran mayoría de los que ocupan puestos de servidores públicos no están calificados ni siquiera para barrer la calle de su casa (ya no digamos hacer juntas en zoom). La educación esta por los suelos y la rapiña por los cielos. La policía da más miedo que los “maleantes” (sí, ya sé que eso no es nuevo y ese justamente también es el problema), al grado que muchas chicas que están en peligro se arriesgan mejor a subir a un carro sin placas, que a una patrulla. Si quieres poner un negocio, el narco te pide piso y el SAT no reconoce esas “contribuciones” como deducibles de impuestos. Hay una preocupación seria por que los grupos feministas no pintarrajeen las calles con sus “vulgaridades”, pero si el…

¿Pasar el Fin del Mundo viendo o leyendo sobre El Fin del Mundo? Es parte del inefable Gran Plan.

Quieran o no, eso del “Fin del mundo”es un tema demasiado adhoc al momento, al grado que hasta me dan escalofríos de los buenos. Esa frase se cuela como el moho en casa en época de lluvias, en cada conversación. Muchas películas han augurado, analizado, imaginado y planteado, como este tremendo evento tan anunciado desde tiempos inmemoriales puede o debe ocurrir. Bueno, con decirles que hasta los libros de la primaria (con aquello del Sol convirtiéndose en un Gigante Rojo). Sin embargo, pocos son de humor ingenioso e irreverente como Good Omens (Buenos presagios, en español). En la historia situaciones aparentemente absurdas, suceden con una naturalidad y ligereza, que te sorprendes a ti mismo considerando su viabilidad. Es inteligente y sin pretensiones, solo es una charla con alguien que se atreve a explorar los límites de lo socialmente acordado. Esta novela fue escrita en 1990 por Terry Pratchett y Neil Gaiman, (sí ese famoso escritor que llevó  la serie a Prime Video). Es una comedia de tono irónico que

trata el tema de la encarnación del anticristo en la tierra, el Apocalipsis inminente y la eterna discusión sobre el equilibrio entre el bien y el mal. Además de la alianza de un ángel y un demonio (amigos) para encontrar una manera de salvar el mundo con el que están tan encariñados a medida que se acerca el final de los tiempos. Con estas últimas palabras, de seguro a varios les de comezón en los huesos y brincaron involuntariamente en sus lugares, pero dense el lujo de leerlo y luego verlo. La suerte y las posibilidades se unen con gracia. Lo inefable tiene un papel protagónico en todo esto. Por otro lado, en la historia, las anotaciones del libro de “The Nice and Accurate Prophecies of Agnes Nutter, Witch” (Las buenas y acertadas profecías de Agnes la Chalada), guían de manera acertada a su distraída tataranieta Anatema hasta el gran evento,…