Pantalón y suéter para iniciar la primavera

Ya se olía en el ambiente el cambio de estación desde hace algunos días. El calorcito típico de estas fechas se dejaba sentir. Ya estaba yo lista para el cambio de guardarropa y para dejarme seducir por los rayos del sol, sin embargo este fin de semana fue toda una sorpresa. El clima cambió totalmente, […]

Ya se olía en el ambiente el cambio de estación desde hace algunos días. El calorcito típico de estas fechas se dejaba sentir. Ya estaba yo lista para el cambio de guardarropa y para dejarme seducir por los rayos del sol, sin embargo este fin de semana fue toda una sorpresa. El clima cambió totalmente, el viento se “soltó” y arreciaba conforme pasaban las horas, y se colaba un frío casi invernal. Cambié la una blusa por un rompevientos y el lunes decididamente cambié éste por una sudadera. Y así decidí festejar mi fin de semana “largo”, “enchamarrada” ( de tres días, conocido en México también como “puente”), pues el lunes era asueto por motivo del natalicio de Benito Juarez. Y no creo haber sido la única. Aún así la gente aprovechaba los ventarrones para pasear en moto (espero que no en ultraligero) y llevar esa experiencia “exfoliante” al extremo sintiéndose un aventurero en el Sahara; y la playa, algo nublada tenía un aire romántico estos días. Un espectáculo natural que no se ve en cualquier parte. Obvio no es lo que se esperaba del típico lugar de playa; arena, sol y el clima perfecto para andar en traje de baño, pero hay que tener en cuenta que esto es el desierto, y el desierto es caprichoso así como extremista. El frío, a pesar de sus esfuerzos saboteadores, no quitó los ánimos de fiesta, pues al fin y al cabo en los bares y restaurantes cerraban las puertas y ventanas y el calor humano junto con los tequilas que calientan el alma, hacían lo propio.

Cierto, se canceló un concierto, pero por que era al aire libre y nos poníamos en riesgo todos ( no hablo solo de llenarse la boca y los ojos de arena, que indudablemente pueden causar severas infecciones). Sin embargo la pachanga que había en el bar de enfrente simplemente no aminoró. Un lunes friolento puede ayudar a recuperar las fuerzas, entregándose a la flojera sin remordimiento alguno, con mantita, sin mantita, viendo una película o teniendo una reunión en casa (que luego esas son las más salvajes). La primavera entró oficial y exactamente a las 23:14 (horario del centro) de el lunes 19 de marzo (si, por que es año bisiesto),y yo seguía con frío y según el termómetro de un carro estábamos a 9 grados a las 11:30 de la noche. Puede considerársele un respiro antes de que la vertiginosa vida soleada regrese… Y también a disfrutarlo antes de que el verdadero calor azote el pueblo y nos lamentemos de que no cruce ni una nube el cielo azulado.

Hoy martes, la primavera ha comenzado con buena cara, un cielo completamente azul, sin nube alguna que lo opaque, un sol radiante y un viento refrescante. Nada que ver absolutamente con los días pasados. Como dije, el desierto es caprichoso, intrigante, pero hasta eso, tiene buen genio.

MoKa H.

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