Xoja en movimiento

Se llama Xochitl Jasso y ella viene de Monterrey. La conocí en el taller de Teatro con Ramsés Chaira y se hizo notar por su naturalidad al actuar y la forma en que te envolvía en el ambiente que creaba; entonces escuché a Nina decir que justamente ella era maestra de Teatro para niños. Después […]

Xochitl Jasso a.k.a. XojaSe llama Xochitl Jasso y ella viene de Monterrey. La conocí en el taller de Teatro con Ramsés Chaira y se hizo notar por su naturalidad al actuar y la forma en que te envolvía en el ambiente que creaba; entonces escuché a Nina decir que justamente ella era maestra de Teatro para niños.

Después la vi de nuevo en el Taller de escritura creativa con Cristina Rascón, y ahí ella dijo que era licenciada en letras y que trabajó en corrección de estilo. Me llamó la atención.

Ella estaba con la primera generación de teatro para niños en la Casa de la Cultura y estaba conformando el grupo de teatro callejero “Viento Negro”, aunque la relación de este arte con la literatura es evidente, no me la imaginé siendo toda una cuentista (y bastante buena por cierto).

Lo poco que se sabe realmente de la gente y lo mucho que se conoce gracias, sobretodo, a las redes sociales. Entonces ya que se desocupó un poco decidí ponerme en contacto con ella y para tener una charla con ella, conocerla mejor y saber que tanto se trae entre manos.

Nos quedamos de ver en la Casa de la Cultura al terminar sus clases. Sin embargo ya no había mucho que hacer ahí y se le ocurrió mejor pasar por un café, y de la cafetería irnos caminando a su casa que estaba por ahí cerca.

En el trayecto me platicó que ella llegó a Puerto Peñasco en octubre del año pasado desde Monterey, gracias a que su esposo que es ingeniero y le contactaron para trabajar en las minas. Ella es tan inquieta, que nada más poniendo un pie en Peñasco ya se había inscrito al taller de teatro con Ramsés Chaira.

-Curioso- dije- creí que habías estado aquí desde antes.

-Si, es que estuve aquí para el primer taller de cine que hicieron. Se acabó y me regresé a Monterrey.

-Osea que… ¿Nada más viniste a eso?- Pregunté asombrada

Se ríe -Todos me dicen eso, pero no. Vine por que entonces a mi marido le habían llamado para empezar el proyecto. Entonces en cuanto me dijo que nos íbamos a ir a Puerto Peñasco (obvio no conocíamos nada ni a nadie de aquí), busqué en internet qué había para hacer, por que la verdad no tenía intención de estar ahí yo nada más cruzada de brazos, y me salió información del Taller de Cine que organizaba el Cineclub, entonces ya me puse de acuerdo con ellos. – Hace una pausa y le da un largo trago a su frappe- Iban a empezar antes de que yo llegara, pero no me importó. Les pregunté si podía tomar la mitad del curso a distancia; que me mandaran todo lo que había que leer y hacer por internet (bendito internet) y ya cuando yo llegara me integraría al taller completamente.-

– Pero cuando llegamos aquí estuvimos bien poquito por que descubrieron nuevas vetas y se canceló el proyecto, entonces ahí vamos de regreso a Monterrey. Ahí van Xochilt y Luis de regreso. Ya habíamos vendido nuestras cosas y ¡todo!. Fue muy interesante llegar como “nuevos” a nuestra propia tierra . Después le volvieron a llamar y aquí llegamos en octubre.

¿Y cómo es que te involucraste en lo del taller de teatro para niños?

-¿Aquí o allá? – “Aquí” le respondí y ella asintió – Pues viendo. En todas las casas de cultura hay talleres de teatro para niños, y aquí no había. Desde que llegué en octubre, hablé con Nina para ver si si lo podría impartir yo… Y se logró, ahora en apartir de enero. Es que, con mi marido trabajando todo el día, la verdad es que no me iba yo a quedar sola nada más picándome los ojos ¡Tenía que hacer algo! Por eso entre a los talleres y armé mi curso.

Xoja-2-Entonces tenía en mente el de teatro y el de creación de cuento (que aún está en propuesta)… Ambos van muy unidos y se parecen mucho, pero los resultados y el enfoque es diferente. A mi me gusta mucho trabajar con niños y con chavos, es muy gratificante y me divierto mucho. Me llenan de manera muy diferente, lo que puede lograr un niño en de solo día para otro ¡es muchísimo! Es un brinco que en un ¡tris! se nota la diferencia y el trabajo se vuelve más dinámico; pero no te creas, también son bien demandantes, no te puedes quedar dormida, por que te sacan la vuelta.

-Pero tú ya habías dado clase a niños ¿cierto? Recuerdo que Nina dijo algo así al respecto el año pasado.

¡Ah, sí! Bueno, desde que estaba estudiando la carrera en Letras Hispánicas, estuve involucrada con asuntos del teatro. Era lo que en el argot se llama “teatrera” – se ríe . Es algo que me gusta mucho y siento que se complementa divinamente con lo que estudié. Pero lo de trabajar con niños no fue hasta que regresé de Peñasco a Monterrey.

Ya estamos cerca de la casa… – y me señala una privada- Te cuento. Yo trabajaba en el TecMilenio de Monterrey como correctora de estilo, pero cuando le dijeron por primera vez a Luis que se iba a Peñasco, renuncié. Entonces cuando regresamos ni modo de ir al trabajo y decirles “que siempre no” y en mi casa acondicioné un espacio, con unas amigas y dimos el taller. El chiste era darlo al más bajo costo que se pudiera. Y sí, tuvimos a bastante gente asistiendo.

Entonces llegamos a su casa y me advirtió que esperara me gustaran los perros y los gatos, y que la disculpara de antemano por si, durante el tiempo que ella llevaba fuera, estos hubieran hecho algún destrozo durante sus juegos y travesuras.

-A él lo recogí en un mercado- me dice señalando al perro- A él – un gato- también lo adopté hace tiempo y a ella, la gatita, la tengo en lo que alguien la adopta… Pero como veo las cosas igual y me la quedo yo por que el gato está muy contento con ella.-

Yo no tengo problemas con los animales- Le respondí mientras acariciaba al gran gato blanco que se me acercaba y me cayó el veinte- ¿Entonces eres hogar temporal?

-Bueno, yo soy activista de los derechos de los animales al cien por ciento. En Monterey sigo dada de alta en mi organización que está registrada formalmente como protectora de animales y todo. Desde aquí yo les ayudo a manejar el papeleo (que es un proceso estandarizado en todas las protectoras: las llamadas y las citas para las adopciones, entre otras cosas, como las vacunas, la esterilización y la desparasitación que es lo que casi siempre se hace)
Dos años con el grupo, pero yo ya tenía 7 años metida en el ambiente. Cuando yo llegué aquí busqué quien hiciera lo mismo, que recursos había, que veterinarios y con quien me puedo apoyar si yo encuentro a algún perro o gato (pues como ya andas en eso, ya lo traes ya lo haces casi instintivo. Es de corazón).

Y no no estoy con nadie aquí más bien soy independiente, pero me apoyo con Ariadna, la chica de Efecto Mascota y su refugio, por ejemplo, a la gatita que estoy dando en adopción me ayudaron ella y los de Pata de Perro en Hermosillo a buscarle casa. Es que esto es como una hermandad, los vas conociendo a todos y aunque no los conozcas físicamente. Llegas a un lugar y lo primero que haces es buscar el quien, como y cuando de los refugios y protectoras

Este es un tipo de vida en el que tienes un trabajo para hacer esto otro que no es un trabajo. Y obvio mi marido también es activista, No lo busqué así, yo jamás dije nada al respecto y él tampoco, solo se dio y así terminamos juntos, descubriendo que ambos eramos activistas. Supongo es una cuestión inconciente… Yo soy más recates de perros y él hace los rescates de gatos, bien loco, hasta en eso nos complementamos.

Hubo un silencio repentino y Xochitl empezó a organizar dos o tres cosas que estaban fuera de su lugar y fui a sacar mi cámara y me di cuenta de que la gatita negra salía de un brinco traviesa de mi bolsa y me vino a la mente… ¿Negro?

Entonces – le pregunto rompiendo el silencio- ¿Y lo de Viento Negro?

¡Ah si! El colectivo- me responde mientras llena de agua el plato del perro- Mira, cuando yo llegué aquí no conocía a nadie, y menos conocía gente que quisiera hacer teatro. Luego me presentaron a varios que hacían o les gustaba el teatro, después conocí algunos más con lo de la pastorela que se hizo en diciembre y dije ¡wow! pues si hay bastantes personas a las que les gusta esto; unos tienen el talento, otros tenemos ganas pero ¡somos un montón! Y eso me emocionó. A raíz de que conocí a toda esa gente, ya en pláticas y cafés, salió que muchos querían hacer algo que no nada más fuera la pastorela o bien, cualquier cosa una sola vez al año. Y hablé con Susy pero andaba muy ocupada con su panza y luego ya con sus dos hijas… Me cae muy bien, es un amor.

Hablé con Randy, Xochitl, Dario y Kritzia también, que eran los que estaban bien puestos con el proyecto desde el principio, entonces decidí lanzar la primera piedra por Facebook, que déjame decirte que aquí en Peñasco se usa muchísimo, es como una herramienta de todos los días, aparte de que es bien chismoso… Bueno, lancé la convocatoria para hacer teatro callejero, a ver quien decía que sí y se unía a nosotros. Ya nos habían prestado un lugar para ensayar y todo… O sea, solito se iba armado, y así pasa con las cosas buenas.

La idea es que no hay jefes ni directores, aquí es entre lo que sabemos todos aportamos y armamos lo que se vaya a presentar en el colectivo y así, aunque la gente vaya y venga esto no tendría fin.

Ahora bien, el chiste es estar haciendo presentaciones constantes, tenemos pensado cada 15 días pero hay que esta preparados con obras pequeñas de 10 minutos ,luego obras más grandes, no sé una vez cada dos meses o algo así y luego planear hacer obras más grandes para auditorio cada 4 o 6 meses (las ventajas del teatro callejero es que se presta más a la improvisación, pero no está hecho como para obras de mayor tiempo como en el teatro formal). Yo sé y todos estamos conscientes de que es un proyecto ambicioso, que luego las cosas del trabajo y la vida se juntan y no es posible que salgan como uno quiere con la periodicidad que uno desea (y más al principio), pero teniendo eso en mente ayuda por que haces un compromiso.

-Ya que este Puerto se está volviendo tan cultural, me gustaría que la gente vea constantemente al colectivo en la calle, como se desarrolla y crece. Que nos conozcan, que les genere un gusto y una inquietud. y que se animen si quieren a participar.

También invitamos a los escritores que quieran participar con sus obras y gente de toda, no nada más tienes que actuar, hay otras muchas cosas que se hacen, por ejemplo, hasta ahorita todos la hacemos de todo;vestuario, sonido,directores, escenógrafos, maquillaje, guionistas… Uff, etcétera.

-¡Qué bien! Con tanto proyecto, entonces ya piensas establecerte bien aquí en Peñasco- le comento

-Bueno, un rato si… pero esas cosas no las pienso mucho, me gusta vivir el ahora; mientras esté aquí habrá Xochitl de arriba para abajo en todo lo que pueda meter su nariz. Así como termina un proyecto empieza otro, y todo está fluyendo constantemente. Me gustaría quedarme más tiempo, pero ya el tiempo dirá, la verdad es que si nos gusta mucho aquí. Peñasco tiene otra vibra y al principio te altera un poquito pero ya te vas a acostumbrando, aunque bueno, me sigue sobrando el tiempo… Allá la vida es súper acelerada, osea andábamos en todo. Pero aquí me puedo dar el tiempo de leer cosas que hace rato tenía ganas de leer, de salir en plan relajado y de dedicarle tiempo de calidad a diferentes cosas-

Ya después tomamos lo que nos quedaba del café y empezamos a platicar de cosas sin sentido, del taller que venía y de futuras salidas, mientras le tomaba unas fotos…

Entonces el perro decidió que ya era hora de salir corriendo en la privada para que Xochitl saliera a atraparlo y así terminar de tajo la charla.

Ahora Xochitl esta con el grupo 2 del Taller de teatro para niños y los esta preparando para interpretar El Traje Nuevo del Rey, honestamente uno de mis cuentos favoritos de cuando era niña

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