¿Quién no ha probado el famoso champurrado (o champurro)? Ideal para el frío, con pan, para una mañana familiar o en la noche junto a una chimenea o fogata.
Lo pedimos, lo compramos, unos lo hacen más sabroso que otros (sin duda). Sin embargo, a veces, la ley de Murphy se hace presente, y cuando se antoja uno, no encontramos por ningún lado, entonces ¿por qué mejor no hacerlo? Claro, al estilo tradicional sonorense.
¿Lo mejor? Combina perfecto con los típicos tamales del 2 de febrero (Receta de tamales de elote)
Arremánguense y manos a la obra.
Ingredientes:
1-1/4 de litros de agua
250 gramos de piloncillo (3 pilones)
1 raja de canela
4 clavos de olor
1/2 taza de harina
100 gramos de cocoa (1/2 taza)
Agua para mezclar la harina
Preparación y procedimiento: Se hierve el agua con el piloncillo, la canela y los clavos hasta que se disuelva el piloncillo. Se tuesta la harina en un sartén hasta que tome un color dorado. Se deja enfriar y se mezcla con agua fría. Se le agrega la cocoa y se revuelve hasta que no queden grumos. Puede colarse. Una vez que el agua haya hervido se le agrega lentamente la harina diluida con la cocoa, y se revuelve constantemente para que no se pegue.
Se deja hervir hasta que se cuece y se espese.Y a disfrutar se ha dicho.