Es un libro espeluznante tanto por la historia, como por lo humano de sus protagonistas. Te da miedo saber que podrías actuar como cualquiera de los que ahí se describen sin dudarlo siquiera.

Sé que a muchos no les llama la atención, justo ahora (en cuarentenados gracias a un virus) leer sobre pandemias, zombis, apocalipsis y temas similares, sin embargo, este es el momento justo para el que el márketing nos estaba preparando. Poner películas de terror en Halloween, o de Santa Claus en navidad, de futbol en otoño y de playas y travesuras vacacionales en verano. Obvio se ven en cualquier época del año, pero no causan la misma emoción Entonces basándonos en esa premisa, no hay mejor momento para zombis que este. Y no ha habido uno así tan adhoc, en bastante tiempo (y espero que no lo haya, pero para efectos de esta entrada, eso es importante). Hay un brote, una infección, zombies pululando, todo desmoronándose, y las sociedades se vuelven barbáricas, pero siempre tenemos un referente extranjero, y aquí lo que me gusta de Cristhian Chavero, el autor, es que desarrolla los personajes a partir de la idiosincrasia del mexicano, se mete en la persona común  y  los construye sin

polarizar. Es un libro espeluznante tanto por la historia, como por lo humano de sus protagonistas. Te da miedo saber que podrías actuar como cualquiera de los que ahí se describen sin dudarlo siquiera. La historia es muy sencilla en realidad; el mundo se llena de zombis y ciertas personas quieren buscar un lugar donde poder guarecerse tranquilos.  Hay varias historias que se juntan en un momento, junto con su toque sobrenarutal (que sí me sacó un poco de onda, pero no le quitemos mérito, porque le da el giro fatídico necesario). La verdad es que algunos de ustedes saben mi gusto por lo bizarro y exótico y déjenme decirles que me lo devoré en horas. Es terror puro y duro, y Cristhian no deja fuera elementos que puedan horrorizarte, como es el caso del capítulo del kínder. Sin embargo aquí el miedo brinca no de los no muertos,…

Una novela road trip, escrita por una de las más reconocidas escritoras mexicanas contemporánea, que se desenvuelve como la carretera y sus horizontes, descubriendo territorios íntimos, personalidades, historias y moteles.

Vamos a empezar con una verdad: La lectura de Valeria debe ser con paciencia. Se lee lento y se guardan las palabras no hay que hacerlo apresurado porque nos perderíamos de lo que la hace una gran escritora; su redondez. Ningún enunciado, ninguna frase o palabra están ahí en vano. Si habla de ecos, todo es sonidos, o la ausencia de estos. Usa el lenguaje para exprimir sonidos. Desierto Sonoro es una novela que trata sobre un matrimonio en punto de quiebre. Él documentólogo, tiene un hijo de 10 años, Ella, documentalista, una niña de cuatro.  Después de algún tiempo de estar juntos trabajando en un proyecto, éste se termine y se abre la oportunidad de que cada uno persiga el propio; el buscando ecos de la última banda de apaches y ella, tras las voces de los niños migrantes perdidos.  Y un día dejan Nueva York y atraviesan en coche familiar el país con sus hijos en el asiento trasero y cajas con lo necesario para sus investigaciones.   Una

novela road trip, escrita por una de las más reconocidas escritoras mexicanas contemporánea, que se desenvuelve como la carretera y sus horizontes, descubriendo territorios íntimos, personalidades, historias y moteles. Es sutil pero inminente como la frase “niños perdidos” va tomando espacio y haciéndose densa entre el asiento trasero y los delanteros. La comunicación se enrarece, la visión se hace torpe y en túnel, hasta que inhalan ese humo creado y denso ocupando los pulmones y pensamientos de cada uno a su manera. Tiene varias líneas que se siguen, como un mapa de carreteras. La historia de cada uno se intercala con fantasías infantiles y la crudeza de la realidad. Es curioso cuando entre ecos se reencuentran dos generaciones y dos caminos que a de marcar severamente el futuro de los cuatro. Es una novela dedicada, bien armada que te deja la sensación de ese sudoroso viaje en auto, con…

Sin temor a equivocarme, puedo decir que Mi Patagonia es un libro de excelente calidad literaria. No los va a dejar indiferentes.

No sé si ya han leído anteriormente a Cristina, y la verdad, no importa, porque si van a leer un solo libro de ella, que sea este: Mi Patagonia, el último y más reciente libro de Cristina Rascón. Es de una escritura madura, poética, vagabunda. Es un libro profundo e inquieto. Ella escribe y traduce haiku, tiene libros de cuentos y crónicas en revistas, y en Mi Patagonia, puso estas tres formas de escribir dentro de una batidora, e hizo una narrativa tan única que siento es la esencia de Cristina misma. Un alter ego cuya estadía por diferentes lugares de América Latina se transforma en un viaje espiritual. ¿Usted es cristiana? Le preguntan al final de la página 15, y al comienzo de la 16 responde: I’m nothing (soy nada).  Tal vez con un poco de altanería, pero no sin cierto temor, pues al sacudirse de toda nomenclatura y prejuicio, la capacidad de asombro surge con toda su fuerza, separándola (física y metafóricamente) del grupo de turistas con el que se encontraba. El

elemento aire esta muy presente en las 124 páginas (está cortito). Desde la voz, que la invita, los cantos y el ruido de los tambores que la animan, los ventarrones que la desacomodan, las brisas que la refresca, el torbellino que la persigue; Nuestra protagonista se deja llevar por corrientes mágicas de calidad antropológica como poética. En párrafos más párrafos menos, toma la mano del lector de la muñeca y de un clavado lo lleva a lo largo de siete historias como una deidad traviesa. Es un libro de crónicas que no cae en los clichés aburridos ni en la observación lejana, sino que avanza en apropiación inocente y curiosa de elementos que van revelando diferentes aspectos de su ser y de su pasado con los que tiene que hacer las paces. Una búsqueda a través de orisxás, numerología, torbellinos, escrituras de pie, magia, donde los…

Así el mundo, que pareciera plano, cruel, sin dicha o motivo, recurre a la nobleza de las expresiones artísticas. Y no hay nada que nos haga sentir más humanos y con más potencial, que el de crear y admirar el trabajo de otros.

Siempre dicen que no hay mal que por bien no venga. Y en este caso la cuarentena por el COVID19 nos trajo una apertura cultural fascinante. Parecía que no, que todo iba a estar a oscuras. Antes que nadie, los museos empezaron a cerrar, los festivales se cancelaron y poco a poco ciudades enteras, ricas en actividad cultural, se iban apagando. Sin embargo, poco a poco empezaron a brillar lucecitas por todos lados. Empezaron como tímidas invitaciones, por las molestias ocasionadas por el cierre. Solidarizándose con la alerta sanitaria y la importancia de mantenerse en casa. Y así apoyándose de la tecnología, nos otorgan una calidad en las imágenes como nunca antes. Un bombardeo de maravillas. Más y más se unieron a esta noble cruzada; el arte exponiéndose de forma masiva, ante el mayor número de espectadores posible. Si vamos a estar en casa con disposición ociosa, qué mejor que el arte toque a nuestra puerta. Para todos los gustos, para todas las curiosidades, para todas las edades, para conocedores y

descubridores. Solo hace falta abrir las redes para darnos cuenta de como el arte se encarga de endulzarnos la vida, de cómo el arte se cuela por todos lados, demostrando su esencia humanista. Cantantes de ópera seducen con su voz a sus vecinos desde su balcón. Músicos ofrecen conciertos desde su casa, tanto para vecinos como en lives. Actores prestan su tiempo y talento para leer cuentos. Extraños llaman al azar y recitan poemas o cantan. Museos ofrecen tours virtuales a sus exposiciones y obras en gran resolución, en las que te puedes detener a observarlas el tiempo que desees. Hay conciertos que no se reprograman y se realizan en vivo gracias a las diferentes plataformas, igual que algunas compañías de teatro. El MET ofrece en su página stream sin costo de sus mejores y más emblemáticas óperas, editoriales ponen algunos títulos gratis, otras tienen muy buenos títulos gratis…

Es arte, pero tengan en cuenta que también es propaganda. Y cuando el país no esta a la altura de lo que representa, los monumentos pierden su calidad de intocables

La frase idónea para justificar nuestra postura en contra sin que se note agresiva: “esas no son formas”. Es muy común, pulula en las redes y en las voces de amigos, conocidos, familiares y compañeros. Una forma fantástica para desligarnos y cerrar nuestros oídos. Que si marchan “no son formas”. Que si deciden no hacer nada “no son formas”. Que si avientan glitter “no son formas”. Que si gritan, que si se enojan, que si arremeten, que si rayan “no son formas”. Que si rayan. Detengámonos ahí porque es un tema del que justamente se cuelgan muchos para desprestigiar o justificar el porqué esas personas no merecen credibilidad alguna. Parece una ofensa nacional el que las personas pintarrajeen bardas, vandalicen monumentos y no me malentiendan, lo es, y debería de serlo. Ese es el punto justamente. La base del graffitti es la transgresión, además de un discurso de inconformidad política. Que se ve mal. Señores, eso es lo que se pretende. Que si los monumentos no tienen la culpa. Es

cierto, no, ellos per sé no la tienen, pero ya no están a la altura de lo que representan. Que si es una falta de respeto, ahí sí, la verdad, no lo creo. La falta de respeto sería la de no haber inspirado en la gente el respeto que se supone deberían profesar. ¿Qué es lo que caracteriza a un barrio peligroso? Su lejanía de la mano de dios, su poca presencia policiaca, su alto índice de delincuencia, sus mafias o pandillas, el ambiente tenso, su impunidad, sus calles oscuras, o descuidadas y propicias para los usos y costumbres de la vida criminal; y lo que ayuda a concretar bien la sensación de peligrosidad y anarquía son las pintas. Un barrio bien rayoneado, da más miedo que un barrio bien pintado. Entonces, el paso de mujeres pintando lemas, frases y demás, no se debe nada más al enojo y a…

Este paro busca generar conciencia sobre la importancia de las mujeres en la sociedad. Todas las mujeres, de todas las edades y de todas las creencias.

La invitación al paro nacional “Un día sin mujeres” este 9 de marzo, es sin duda, una excelente iniciativa (no lo nieguen), sin embargo, lo han enmugrado con los intereses e ideas de los que se quieren colgar de esto, llegando a situaciones risibles de patrocinios y conspiraciones mundiales, radicalizándonos y separándonos en vez de unirnos para un bien común. Partidos políticos lo usan para desprestigiar a uno u otro contrario. La iglesia llama la atención de sus feligreses. Expertos politólogos piensan demasiado las cosas y en sus columnas hablan de golpes de estado. Personas poco informadas (aunque aseguren que sí lo están) mandan videos por whatsapp, una en especial anunciando su postura casi en tono de súplica, porque no quiere que sus hijos la llamen “feminista”; le causaría mucho pesar y vergüenza (ahí es donde intuí que la señora no tenía muy claras las definiciones). Por otro lado, leo como mujeres que se suman al movimiento, se atacan con saña unas a otras  por no pensar igual o no estar de

acuerdo en algunas posturas. Una conocida en Facebook anunció que bloqueará de su cuenta a toda aquella persona que siquiera cuestione los motivos de este paro. Otra expresó que más le valía no saber que – hace un listado de nombres femeninos- faltaban al trabajo, porque sería una hipocresía de su parte y se las verían con ella (además se le ocurrió la genial idea de que esas personas tendrían que hacer el trabajo de las que si apoyaban el movimiento). Todo esto al grado que un movimiento feminista llegó al extremo de emitir un comunicado, en el que expresa que exigen “que quienes se han pronunciado públicamente a favor de las mujeres, se pronuncian de la misma manera en los siguientes ámbitos” y enlista ocho puntos poniendo en número uno el aborto libre y gratuito, el tema tabú y más manoseado del momento. Es cierto, el comunicado…

Septiembre es conocido en México como el mes patrio. Desde los primeros minutos del día primero del mes, las calles del centro del país estan adornados de verde, blanco, rojo y el escudo nacional del águila. Se observa por las banquetas a los vendedores ambulantes  promoviendo sombreros, banderas de todos tamaños, bigotes falsos y demás […]

Septiembre es conocido en México como el mes patrio. Desde los primeros minutos del día primero del mes, las calles del centro del país estan adornados de verde, blanco, rojo y el escudo nacional del águila. Se observa por las banquetas a los vendedores ambulantes  promoviendo sombreros, banderas de todos tamaños, bigotes falsos y demás ocurrencias por el estilo. Si bien el 5 de mayo se celebra magnamente en los Estados Unidos,  en México la fecha “mas patria” es el 15 de septiembre, cuando se conmemora la Independencia de México. Las familias y amigos se reúnen a cenar tacos, tostadas, guacamole, pozole, mole, beber cerveza y tequila (no es exclusivo pero son icónicas para este ardor patrio), y a las 10 de la noche se da “El Grito”. Es la fiesta cívica más grande  y mayormente festejada en todo México   La tradición señala que esto  comienza cuando Hidalgo, como muchos otros mexicanos de entonces, adoptó los ideales independentistas  se extendían por el país a través de grupos liberales (a raiz de la invación francesa

a España). Y se unío en 1810 a uno de éstos, el grupo de Querétaro, encabezado por el corregidor Miguel Domínguez y su esposa, Josefa Ortiz,. Varios oficiales del llamado Regimiento de Dragones de la Reina, entre ellos Ignacio Allende, Ignacio Aldama y Mariano Abasolo se unirían algún tiempo después a estos  conspiradores. Hidalgo se dedicó entonces a reclutar partidarios y a comprar o construir armamento. Sin embargo, a principios de septiembre de 1810, la conspiración de Querétaro fue descubierta por el Gobierno Virreinal. Allende había llegado a Dolores la noche del 14 de septiembre, pero tanto él como Hidalgo ignoraban  haber sido descubiertos y para entonces, varios de los conspiradores habían sido aprehendidos , pero dona Josefa Ortiz, durante la noche del 15 envió un mensaje al pueblo de Dolores, avisando a Hidalgo y los demás libertadores sobre el inminente peligro que corrían. Hidalgo…

Abrió la primera escuela de escritura en México exclusivamente virtual y de carácter internacional. Y le hablé a Cristina Rascón, la directora de la escuela, a ver si me podía platicar un poco de ésta. Es muy simpático y genial. Simpático porque responde a una necesidad que muchos solo han platicado en las noches de […]

Abrió la primera escuela de escritura en México exclusivamente virtual y de carácter internacional. Y le hablé a Cristina Rascón, la directora de la escuela, a ver si me podía platicar un poco de ésta. Es muy simpático y genial. Simpático porque responde a una necesidad que muchos solo han platicado en las noches de bar con amigos, cuando salen sus más fervorosos deseos: el de escribir, el de aprender a saber hacerlo, el de mejorar, pero que no cuentan con tiempo para asistir a un curso o no tienen grandes cantidades de dinero que cuestan luego los cursos en el extranjero. Genial, pues porque es la primera escuela mexicana virtual para formar escritores, y por puro orgullo patriótico, ese simple hecho nos provoca una sonrisa en la boca (igual que sentimos cuando leemos que nuestros chicos ganan las Olimpiadas de Matemáticas, Robótica, nos enteramos que una mexicana es Primera bailarina del Staatsballet Berlín en  Alemania…o pasamos a los cuartos de finales en soccer).   Ahora la lejanía ya no va a

ser un pretexto. Y puedes participar con maestros de primer nivel, que muchas veces solo los encontrabas en la Ciudad de México, y a veces … (por ejemplo, yo tomo clase con Israel Pintor, que está en España).   Skrib significa, en lengua esperanto, escribir, mientras que -alia es un sufijo del latín que significa conjunto de, relacionado con o relativo a una festividad. Por ende tenemos que Skribalia es la “Celebración de la escritura”, según la voz de Cristina Rascón su directora. El esperanto es una lengua creada a fines del siglo XIX con la aspiración a ser una lengua internacional, ya que integraba un poco de cada universo lingüístico conocido. Skribalia coincide con su búsqueda al unir a varios idiomas y culturas en una misma conversación, en nuestro caso de índole literaria. ¿Recuerdan a Cristina Rascón? Con varios premios nacionales e internacionales en su haber, es…

¿Te gustan las aves? ¿Te gusta el ecoturismo y las actividades al aire libre? El 14 de mayo es el El Gran Día Mundial de Observación de Aves o como se le llama también Global Big Day (con hashtag y todo). Es un día que conecta toda una red de personas en todo el mundo […]

¿Te gustan las aves? ¿Te gusta el ecoturismo y las actividades al aire libre? El 14 de mayo es el El Gran Día Mundial de Observación de Aves o como se le llama también Global Big Day (con hashtag y todo). Es un día que conecta toda una red de personas en todo el mundo para apoyar una causa que trasciende idiomas y culturas; el entender y conservar las aves que habitan o nos visitan. De punta a punta; desde el extremo sur de África hasta el Himalaya,  desde las playas del Brasil, la selva del Amazonas, pasando por Puerto Peñasco,  el Central Park en  Nueva York , o el jardín de una casa en Quebec y más allá , todos unidos formando parte del Equipo eBird. Pero entonces ¿de qué se trata este día? Porque para ser global no creo que nada más sea para que varias miles de personas se armen con binoculares o cámaras y anden en busca de pájaros, nada más por diversión.  Puedes hacerlo, sí, pero en realidad este día tiene un

objetivo más específico, importantísimo para la conservación. Durante las 24 horas del 14 de mayo, miles de observadores de aves participarán a nivel mundial para poder registrar las especies  de aves que observen en una zona. El propósito es contribuir a los registros de aves y a su vez actualizar la información geográfica de las mismas. Cada ave cuenta, y cada registro es importante. Estarás pensando «¡Pero esa es labor de ornitólogos!» pero calma,  no, no es necesario ser un experto en aves, o salir durante todo el día.  Apoyado con una cámara o binoculares y un esfuerzo de media hora en tu jardín, ayudará (aunque lo ideal sería que salieras y exploraras, pero bueno, de no poderse, no es necesario). Como dije antes, cada ave cuenta, desde la más común hasta la más rara o en peligro de extinción. Hay tres formas…

Se ha hablado mucho en estas fechas del “ambiente carnavalezco”. Nos entusiasma a la mayoría con bailes, música, carros alegóricos y chinelos, por supuesto. Pero ¿qué son los chinelos? Escuché a una persona expresar dubitativa «Esos no son de aquí, creo». Y tiene toda la razón. Los alegres chinelos, con su música y alegres saltitos […]

Se ha hablado mucho en estas fechas del “ambiente carnavalezco”. Nos entusiasma a la mayoría con bailes, música, carros alegóricos y chinelos, por supuesto. Pero ¿qué son los chinelos? Escuché a una persona expresar dubitativa «Esos no son de aquí, creo». Y tiene toda la razón. Los alegres chinelos, con su música y alegres saltitos que invitan a todos a seguirlos, son de la región sur del país. Del Estado de Morelos para ser exactos. El alegre chinelo es el símbolo de la identidad morelense. Típico ya de las fiestas populares  a gran escala, Surgió en Tlayacapan, aunque es en Tepoztlán donde se hizo más famoso y se le puede encontrar con más facilidad. También está presente en muchos otros pueblos de Morelos, del estado de Puebla, que está ahí cerquita, y conforme la gente se mueve, ha emigrado a varias festividades, como  ahora, en Puerto Peñasco. Según la Casa de la Cultura de Tlayacapan, fue en 1870 cuando un grupo de jóvenes nativos del lugar, cansados de verse excluidos de las fiestas de Carnaval que celebraban

las clases adineradas con fiesta (donde obvio no se le permitía el acceso al pueblo en general, pero les exigían el ayuno a todos por igual) , organizaron una cuadrilla, se disfrazaron con ropa vieja, tapándose la cara con un pañuelo (o pedazo de manta) y empezaron a gritar, a chiflar y a brincar por las calles del pueblo, burlándose de los españoles. Esta improvisación tuvo gran éxito, tanto que al año siguiente se organizó de nueva cuenta. Año tras año, a medida que se hacía más popular, la fiesta se ritualizaba y el personaje evolucionaba gradualmente. Para representar a los españoles se les añadieron barbas a las máscaras y apareció el nombre de chinelo. El traje que se diseñó en Tlayacapan, consta de un vestido largo, de color blanco con franjas azules que bordean tanto la falda como las mangas y el cuello.…