Temporada de FECAS Ya salió la convocatoria de este año para participar y poder ser becado por el Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Sonora. Por fortuna (y no es presunción) yo salí beneficiada el año pasado en la categoría de jóvenes creadores en literatura (novela) y por lo tanto la pregunta […]

Temporada de FECAS Ya salió la convocatoria de este año para participar y poder ser becado por el Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Sonora. Por fortuna (y no es presunción) yo salí beneficiada el año pasado en la categoría de jóvenes creadores en literatura (novela) y por lo tanto la pregunta de “¿cómo le hago?” es más que obvia. Ya estamos a octubre y la convocatoria cierra el 12 de Octubre. Aún están a tiempo. Esto no pretende ser una guía definitiva (en lo absoluto), si no tips basados en mi experiencia que espero les sirvan en su desarrollo de proyecto.  El lunes vendrán los del FECAS para dar una plática más técnica sobre el desarrollo del Proyecto,  a las 5:00 pm en la sala audiovisual de la Biblioteca Municial, que si van a aplicar, espero asistan (más informes en la Dirección de Cultura de Puerto Peñasco). Sí, es tedioso, un poco difícil, pero, si creen que su proyecto vale la pena, imprímanle tiempo y atención a este proceso. Por principio de cuentas, recuerden

una cosa: es de gobierno, bien que mal, la burocracia está presente. Entonces todos los requisitos son  importantes. Véanlo como un trámite (como si fueran a pedir visa o pasaporte), si les falta una hoja, un documento, una carta lo más seguro es que ni pase. Cumplan con todo los campos que son  obligatorios, después pasen a los anexos o extras. Les recomiendo tener BIEN claro el proyecto que van a desarrollar. Si se puede, haberlo empezado. Un proyecto que ya habita tu mente es un proyecto que ya tiene pies y cabeza. Si apenas lo van a definir, mastíquenlo, rúmienlo tanto como se pueda. Enamórense de él, créanselo ustedes para poder venderlo. Si en serio tienen toda la intensión de aplicar, el primer paso es abrir un usuario (correo y contraseña) en el portal del PECDA en línea (pecdaenlinea.conaculta.gob.mx) y denle…

Hablemos de ella y cómo obtenerla.   “Comparte esta frase en tu muro y tendrás buena suerte” A todos nos ha ocurrido.  A todos nos ha aparecido en nuestro feed, y en una u otra ocasión lo hemos considerado, a ver si nos sacamos aunque sea la lotería. Por otro lado, tenemos a ese amigo intrépido, […]

Hablemos de ella y cómo obtenerla.   “Comparte esta frase en tu muro y tendrás buena suerte” A todos nos ha ocurrido.  A todos nos ha aparecido en nuestro feed, y en una u otra ocasión lo hemos considerado, a ver si nos sacamos aunque sea la lotería. Por otro lado, tenemos a ese amigo intrépido, al que imaginas disfrutando de una limonada en un juego de quemados, bailando con los ojos cerrados, sin que ni una pelota le pegue. Le haces la observación que tiene una suerte de los mil demonios,  y esta persona te responde con una pregunta ingenua, arrugando su nariz “¿tú crees?”. Obvio que sí. Y justo con esa declaración, te sientes más salado que las galletas que sirven con el ceviche. ¿Cómo le hace la gente para tener tanta suerte? Tienes tus amuletos, recoges religiosamente monedas, te llenas las solapas con tréboles, y si no fuera porque las herraduras son muy pesadas, te pondrías una de collar, o de llavero, junto a la pata de conejo (uno que no

tuvo tanta suerte). Aun así, la suerte,  parece tener preferencia por otra gente. Empiezas a dudar sobre si  el número 13 es realmente bueno o malo. ¿Qué me dirían si les digo que la suerte como tal, no existe?  Mucho está en la actitud. De verdad que sí. ¿No me creen? Hace tiempo fui a un bingo (a mi abuela le fascina). Ahí pude observar los rituales de algunas personas para atraer la buena suerte y con ella el premio. Muchos y tan variados rituales, incluían desde acomodar todo de cierta forma, usar un plumón propio, sobar el cartoncito con la bolsita con piedras varias, hasta el de pedir una botellita de agua que únicamente se usará para bautizar y limpiar  la mesa después de cada jugada. Algunos te daban sus consejos, otros se los reservaban para sí. La invocaban como a una musa o espíritu.  Unos…

Ahora sí, ya estamos pisando el verano, señoras y señores. Es bien sabido que en Sonora los calores son legendarios y en estos tiempos, salir con el sol en el cenit es casi igual a muerte por achicharramiento. El piso emana calor, los rayos solares penetran hasta hervir nuestros ácidos estomacales, recibir con nuestros ojos […]

Ahora sí, ya estamos pisando el verano, señoras y señores. Es bien sabido que en Sonora los calores son legendarios y en estos tiempos, salir con el sol en el cenit es casi igual a muerte por achicharramiento. El piso emana calor, los rayos solares penetran hasta hervir nuestros ácidos estomacales, recibir con nuestros ojos la luminosidad extrema que no opaca ninguna nube (no porque no pueda, sino porque no hay), los sientes cocinarse en segundos y quedar como huevos duros… Pero esto no tiene por qué ser así. Se le ha dotado al ser humano con finita sabiduría y creatividad, y con esos bienes y su ciencia, ha creado el abanico, el ventilador y el aire acondicionado, entre otros singulares aditamentos igual de útiles. Abres la puerta y sientes con todo tu ser, el calor azotar  tu cuerpo con miles de puños supongo por eso se le llama “golpe de calor”. Después de eso lo único que anhelas es una refrescante “Ejecución Aurora”, o siendo extremos, entrar al cine a

ver 20 minutos de una peli (no se recomienda más tiempo, pues puede haber daños en el tejido por congelamiento). Entonces te preguntas ¿cómo vamos a sobrevivir a infernalidad, donde la suela de los zapatos se derriten y los huevos se cosen en el pavimento? Bien pues he diseñado una pequeña guía. De preferencia no salga, y si lo tiene que hacer, hágalo hasta que el sol se ponga en el horizonte.  Como un vampiro, considere al sol su mortal enemigo. No que el calor desaparezca, pero ciertamente está un poco más fresco. Uno ya no se siente como carne en el asador, sino, que si hay humedad, tiene esa refrescante sensación de ser cocinado a baño maría. Siempre recuerde: bloqueador, bloqueador, bloqueador, así sea solo por unos minutos. Es cuestión de estética y de mucho amor propio. Unos cuantos pesitos ahorita, para evitar los miles d pesos después…

Salida de chicas. Es bien sabido como ya  el jueves empieza ya una necesidad de “desfogue” y no tanto de fiesta. La música ambiental se pone más alegre. Más cuando uno puede disponer de la quincena (no toda, solo parte). Aparte las temperaturas empiezan a subir y uno (simple mortal) requiere de algo que mitigue […]

Salida de chicas. Es bien sabido como ya  el jueves empieza ya una necesidad de “desfogue” y no tanto de fiesta. La música ambiental se pone más alegre. Más cuando uno puede disponer de la quincena (no toda, solo parte). Aparte las temperaturas empiezan a subir y uno (simple mortal) requiere de algo que mitigue el calor y neutralice los efectos del café tardío. Es la tarde, después de estar todo el día en la oficina. El cerebro se embota y uno ya está pensando en muchas cosas que no precisamente son “trabajo”. Pasa una amiga como a las siete de la tarde. ¿Qué onda? Unos tragos para desatarugar ¿no? Me encogí de hombros. La idea es buena. El jueves es el día antes del “deadline” mental, el día mundial del “ya mañana le sigo” (hay ocasiones en que es un verdadero “deadline”, pero no es la ocasión). Entonces ¿qué se hace? Muy fácil, se sale y se disfruta. Hay que darse el chance y no solo llegar y abrir el refri

con cara de constipados, a ver qué hay.   Sin embargo, hay que hacer un plan. Pasa uno al cajero, dispone de dinero y ese es el límite. Uno tiene derecho a soltar el estrés, sí pero si ya se desea llegar al viernes en cuatro patas y/o pidiendo servicio de cama para acomodarse en el baño, es cuestión de cada quien. La rutina espera al día siguiente. Ahora sí, a dar el roll. La vestimenta es casual, nada muy elaborado. Cero vestiditos mínimos, maquillaje fantástico, peinados esmerados  y taconazos enormes. No, señoras y señoritas, porque se pierde la espontaneidad del momento. Aparte de que nadie espera eso en un jueves.   Empezamos en el Satisfied Frog, al final del Malecón. Unas cervezas, que si bien no son caras (tampoco baratas), tienen la ventaja de estar heladas y no quemadas. Puedes pedir algo de comer, si no nada…

(Como sobrevivir y mantener la calma en el intento)

(Como sobrevivir y mantener la calma en el intento) Las campañas políticas iniciaron (oficialmente) el 5 de abril y cerrarán (insisto, oficialmente) el 3 de junio para dar al voto ciudadano un  tiempo de recogimiento y reflexión pertinente, para que así sopese y se incline por el candidato de su preferencia el domingo 7 de junio, ante las urnas electorales. Y se nota señoras y señores, porque de pronto tenemos a diestra y siniestra personas versadas en política, en el radio se escuchan estribillos, carros con estampas en las ventanas, los espectaculares cambian de dueño  y se pueden observar a personas devotas, con playera Yazbek de algodón con los colores de los partidos por las calles. Sabemos que por el bien de los demás (y nosotros mismos) no se deben tocar temas de futbol, religión y/o política, sin embargo, esta es una situación que cada cierto tiempo, es inevitable.  Entonces, pasemos por el trance, con gracia. ¿Pero qué puede hacer usted, y nosotros simples y pobres mortales ante todo esto? Bien, antes que nada, apagar la

radio. Los estribillos que muchos de los candidatos escogen, son realmente pavorosos. En algún momento se tienen que dar cuenta que si uno los canta, es  en tono burlón, lo que significa que uno no va a ir a votar por ellos, nada más por las cualidades hipnóticas de las rimas y la genialidad de la adaptación musical. Informarse. No caiga ante el  proselitismo y la  demagogia. Lea las propuestas, analícenlas con amigos, vecinos o compadres; discútanlas y no nada más escoja porque es primo de fulana o es nietoparientedécimocuarto de la abuelita de su suegro, o porque “este roba menos” o “este ya robó la vez pasada”. Los principales afectados somos todos, entonces ¿Vale la pena? Bien ¿No les convence? Entonces se busca negociar, o una persona cuyas propuestas convengan más. No promueva el abstencionismo o la anulación. Si realmente está inconforme, apueste por…

Si, habrán sentido ese escalofrío correr por su espina dorsal una vez que cambiamos de mes. De pronto todo se tiñó con tonalidades rojas, rosas y similares. Como dirían en la película de Apocalypse Now: The horror. No hay respeto alguno para las personas que no tienen estómago para eso del romance impuesto, meloso y […]

Si, habrán sentido ese escalofrío correr por su espina dorsal una vez que cambiamos de mes. De pronto todo se tiñó con tonalidades rojas, rosas y similares. Como dirían en la película de Apocalypse Now: The horror. No hay respeto alguno para las personas que no tienen estómago para eso del romance impuesto, meloso y dramático (por eso supongo, de ahí la palabra melodrama). Un día terrible donde el caramelo se te pega a los pies si no vez por donde pisas y el aroma del algodón de azúcar se respira en el aire (y se te mete en los pulmones, hasta el grado que creo que es más sana la nicotina – pero cada quien-). Hay algunos que dicen que es el día “Hallmark y consumista por excelencia”, pero aun así, los ves corriendo de arriba a abajo con cara de estreñidos porque no tiene regalo para su furibunda conejota o conejote (por experiencia, he visto que los hombres son menos sensibles en este caso, pero uno nunca

sabe y mejor no hay que excluirlos) Aunque creas que no crees, muchas veces, por miedo te hacen creer. Entonces he aquí una breve guía para la supervivencia para este especial día. Para empezar, si gozas del placer de tener pareja y hace la amenazadora pregunta “¿Y que vamos a hacer este 14?” Estas frito o frita. Lo lamento pero no te podrás zafar por muchos peros y explicaciones racionales que expongas. Lo mejor que puedes hacer es resignarte y echar mano de toda la imaginación disponible (incluye parientes, amigos y páginas en internet) para hacer un regalo, original, inteligente, emocionante, faltar al trabajo y vivir en el supuesto romance todo el día. Esa es la mejor apuesta. Nunca compres el regalo a última hora, es más caro y muchas veces contraproducente, pues corres el riesgo de encontrarte a todo el mundo conocido, haciendo lo mismo y no falta quien le…