La famosísima novela epistolar de Bram Stocker fue publicada el 26 de mayo de 1867, creando hasta la fecha un hito en la historia, la moda, las historias y en la literatura, por supuesto. Consiste en la lectura de documentos, cartas, recortes de periódico y en su mayoría, los diarios de los personajes. Pese a su claro afán de objetividad, no omiten las opiniones, sensaciones y sentimientos de sus respectivos autores. Una artimaña para que el lector genere su propia opinión, ya que el propio Bram Stoker a modo de advertencia dice que lo tratado puede ser real, o no… Lo deja a tu consideración. Él es tan solo un compilador. Obvio lo romántico se combina con las novedades tecnológicas, el renovado interés por el ocultismo y los turbios casos de asesinos en Inglaterra. Los análisis literarios se desviven en las interpretaciones y metáforas sobre sexualidad, erotismo, ocultismo y toda la represión que pudiese existir en una sociedad de la Época Victoriana. Sin embargo, me prestaron el libro de Drácula, El origen. Lamento romperles la
ilusión, pero no, no es el origen de Drácula en sí. Ahí se cuenta la historia de Bram Stocker y su relación con seres sobrenaturales, también a modo de diario. Hojas y hojas. Y no solo de Bram, si no de sus hermanos, Mathilda y Thornley, junto con las notas de Arminius Vambery. Ahora recopilados por un Dracre Stoker, sobrino bisnieto de Bram, asegurando que todo lo relatado ha sido cierto. Lo más interesante del libro es justamente la nota de los autores, al final, donde cuentan la historia de sus hallazgos, investigaciones y de la publicación de Drácula. Llegando a la conclusión de que Drácula, no era más que la versión romántica, pulida y editorialmente agradable de Makt Myrkranna, en español Los Poderes de la Oscuridad porque los islandeses sí quisieron la versión original y la publicaron por entregas en un periódico. Sí, lo…