Es de Manuel Ballesteros (la expresión y la obra) y si el nombre les suena conocido, es porque es el coreógrafo de  la obra La Línea, del grupo Dédalo que se presentó hace poco con Panoptica Orchestra, aquí en Peñasco en mayo de este año.

Una obra que había estado esperando con sano morbo (si es que eso existe). Lo he visto en algunas publicaciones de Facebook en Hermosillo con buenas opiniones y buenos reviews. El nombre de la obra atrae o no, no hay puntos medios al respecto: El cholo. Teatro, danza, cabaret.  Sin más invitación que la imagen de una persona vestida como tal y con una expresión como de sorpresa. Es de Manuel Ballesteros (la expresión y la obra) y si el nombre les suena conocido, es porque es el coreógrafo de  la obra La Línea, del grupo Dédalo que se presentó hace poco con Panoptica Orchestra, aquí en Peñasco en mayo de este año.  En la foto de publicidad el Cholo sale como si estuviera huyendo de algo, pero no la historia no va por ahí, es muy diferente; no huye, de hecho ¡Es un cholo celebrity famoso! Así juega con la percepción que la gente tiene de este circulo social tan marginado. Y en ese tono, el de un personaje que

no llegó más que a quinto de primaria, sin muchas aspiraciones mas que la de ser cholo, y que por azares del destino se cuela entre el selecto grupo de personajes que se hacen famosos de la nada, cuenta su visión del mundo, aprovecha la oportunidad para dar su opinión, narrar su historia, junto con otras tantas. Todo esto mientras abre una caguama con los dientes (cholo que se respeta sabe abrir una cerveza de al menos diez formas, sin destapador), y le va dando sus tragos para mitigar los nervios y la sed. La vi divertida, pero también extrañada, tratando de recordar en quien había visto gesticular así antes. Era tan vívido. Ese cholo era muy real, crítico y mordaz con algunas ideas, ingenuo como niño con otras, y cholo hasta en las secuelas de las drogas que se metía. Solo perdió un poco la compostura (o investidura)…

El martes 19 fue el sismo en el centro del país. Terrible, dos días de estar al filo de las sillas viendo las redes sociales, porque nos tocó lejos, pero no insensibles.No sé hicieron esperar los centros de acopio, compartir las cuentas de los topos, la cruz roja, de los Albergues y de los que ayudaban animales.Y aquí en Peñasco se organizaron los diferentes grupos artísticos para cuatro días de actividades por la tarde. No sé si lo hicieron a propósito, pero quedó muy padre. Algo que nos sacaba de la rutina y curiosamente nos llenó nos sacó sonrisas impregnándonos de un optimismo hippie; mientras una mano buscando ayuda encuentre una mano que la otorgue, todo va a estar bien, mientras un alma atormentada encuentre otra que la abrace con esperanza, lo material puede ir y venir.  Y entonces la idea de que en serio se puede cambiar el mundo es cada vez más tangible. No importando que tan lejos se esté.

El martes 19 fue el sismo en el centro del país. Terrible, dos días de estar al filo de las sillas viendo las redes sociales, porque nos tocó lejos, pero no insensibles. No sé hicieron esperar los centros de acopio, compartir las cuentas de los topos, la cruz roja, de los Albergues y de los que ayudaban animales. Y aquí en Peñasco se organizaron los diferentes grupos artísticos para cuatro días de actividades por la tarde. No sé si lo hicieron a propósito, pero quedó muy padre. Algo que nos sacaba de la rutina y curiosamente nos llenó nos sacó sonrisas impregnándonos de un optimismo hippie; mientras una mano buscando ayuda encuentre una mano que la otorgue, todo va a estar bien, mientras un alma atormentada encuentre otra que la abrace con esperanza, lo material puede ir y venir.  Y entonces la idea de que en serio se puede cambiar el mundo es cada vez más tangible. No importando que tan lejos se esté. El jueves lo tomaron los fotógrafos. Se juntaron y pusieron

un mini set en el jardín de la Plaza del Camarón, con luces, flashes. El póster decía "foto por lata", pero avisaron que también podían ser cincuenta pesos, o algún otro tipo de víveres (no solo enlatados). Gracias a que las redes estaban en constante actualización, se enteraron de las necesidades cambiantes, entonces, lo urgente era depositar. Lo demás se juntaría y llegaría al destino días después. Ahí fui, pero no me tomé foto... No gracias, la silla era muy chica, y la verdad nunca sé cómo posar en las fotos y siempre salgo con cara de psicótica, pambazo o aristócrata mal viviente del siglo X (obvio en los selfies hago trampa, mucha, como todos). Entonces los dejé con modelos más competentes que llegaban entre curiosos y animados. El viernes fue el día de los actores y el grupo TAIDE, ofreció su obra Juan Gabriel el…

¿Saben lo bien que canta Susy? Seguramente. Aparte de su historia en el ambiente teatrero, antes tenía un grupo (que hace poco se juntaron en Hermosillo) y luego es conocido que opaca a uno que otro acompañándolo en karaoke o en un grupo.  Sin embargo, no sé porque no ha hecho teatro musical. La duda me asalta, pero no me quita el sueño (supongo a ustedes tampoco).

¿Saben lo bien que canta Susy? Seguramente. Aparte de su historia en el ambiente teatrero, antes tenía un grupo (que hace poco se juntaron en Hermosillo) y luego es conocido que opaca a uno que otro acompañándolo en karaoke o en un grupo.  Sin embargo, no sé porque no ha hecho teatro musical. La duda me asalta, pero no me quita el sueño (supongo a ustedes tampoco). Entonces, ahora canta y la contrataron para eso precisamente; cantar e incitar a otros que canten con ella, pues ya en conjunto se mejora la experiencia y hasta afinados creemos que somos. Los jueves de nueve a once en La Cantina del Sonoran Sky. Lo compartió en Facebook y el chiste era ir a hacer bola para apoyar, y como si no fuera suficiente, con mojitos al dos por uno. Tuve el gusto de acompañarla en su primer día. Paso por mi, más temprano para tener todo a punto. Nerviosa, tanto por si su carro decidía no llegar hasta su destino

(aquí me incluyo en el sentimiento), como por su debut como solista de pistas musicales y “entertainer mexican curios” (como ella misma le llamó a su puesto laboral recién inaugurado). Calentaba coreando las canciones que salían del estéreo, del único disco que tiene el carro. "Ay, ay, ay de mí. De este amor que se metió y que se dispara . Se contagia y te reclama. Ay, ay, ay de mi..." Ella muy de vestidito y tacones, maquillaje discreto, cabello suelto y debidamente alaciado (o no sé si así lo tenga de manera natural), se adentró con resolución en el lugar para ver que faltaba y con la consigna de cantar primero y antes que nada Kenny y los eléctricos (fue una petición personal). Obvio, por ser el primer día, no faltaba nada y a su vez, faltaba todo. Los de la Cantina creyeron con simpatía que Susy se encargaría de todo,…

En ocasiones me gusta experimentar con los sabores, en otras muchas tantas ocasiones, soy bastante clásica o rutinaria con mis elecciones. Ir a las cafeterías, bares, restaurantes y pedir lo de siempre, a menos que me sienta aventurera y pregunte por la recomendación.

En ocasiones me gusta experimentar con los sabores, en otras muchas tantas ocasiones, soy bastante clásica o rutinaria con mis elecciones. Ir a las cafeterías, bares, restaurantes y pedir lo de siempre, a menos que me sienta aventurera y pregunte por la recomendación. Entre las novedades, siempre están el té Matcha y el Taro (que suenan como personajes de caricatura japonesa). Hay que renovarse o morir, es el motto y la agilidad con la que se tienen que mover los negocios; y es por eso todas las cafeterías que quieran figurar en los paladares y las tardes de los sibaritas (incluidas las más avant garde de Peñasco), traen a los nuevos santitos Matcha y Taro, tan de moda, figurando en las marquesinas. Y que, rayando en estar so out, ni sabía que eran, y siempre me habían llamado la atención. Entonces ocurrió el milagro. Silvia, mi amiga eterna, acaba de abrir una cafetería: La Criolla (en Cuernavaca, en avenida San Diego, para los que me leen por el rumbo). Otra sorpresa fue que ahí también

estaba Marroncita (mi otra gran amiga del mismo grupito preparatoriano) y ese encuentro alargó la tarde, hasta un poco más allá de la hora del cierre, con bebidas una tras otra. Llegaría el momento de ponernos de espíritu degustativo. El lugar está agradable, el local muy mono, una carta atractiva y los precios bastante asequibles (bueno, a mí me lo parecieron). Obvio que, si están mis amigas, mucho mejor. Estuve varias veces ahí, que casi sentí que me convertía en mueble (de no ser que me quedaba algo lejos). —Pide lo que quieras probar— me dijo Silvia en ese momento de infantil ociosidad culinaria. Me llamaron la atención, el Choco-bombón, una cosa que se llama algodón de nuez y obvio tienen todos los cafés iguales de todos lados (frappés, cappuccinos, lattes saborizados, americanos, expresos, French press, chais...) Y vi  el "matcha" en su menú . Famoso, hipster, chic, distinguido,…

Fue uno o dos días después, en el Mercadito de Comonfort un lugar que bien se convirtió en mi refugio algunas noches

Parte II. La entrevista. (Link a la Parte I) Fue uno o dos días después, en el Mercadito de Comonfort un lugar que bien se convirtió en mi refugio algunas noches, (algunas mañanas era la cafetería de una amiga, y durante el día tenía una apretada agenda social pero esos son relatos para otra ocasión) donde tomando tranquilamente unas cervezas con Chris coincidimos con otro grupo de personas y fue donde me presentó a Antony , a José Miguel, a Jaz (que curiosa historia, me vengo encontrando a una ex caborquense en mero centro de Cuernavaca) y entre otros a Cesar Guerra director el Festival Diversidad Somos, que se sentó a mi lado e inició conversación conmigo con la mayor naturalidad. Yo con un trago de mezcal servido en un plato de barro tamaño pozole mediano, tratando de parecer “cool” (pues en realidad estaba conflictuada con la presentación, y apenada con el interlocutor ante lo que me pareció un desfiguro estar tomando como infante de kinder sorbiendo sopas), con mi

poción tomándola por los asideros (orejitas) evitando mancharme la blusa con el chamoy de toda la orilla (que si les interesa saber, no lo logré), platiqué con Cesar, pero no me sentí relajada hasta que Christian, supongo en un acto de empatía psíquica, me trajo una cerveza y dejé de sufrir. Una persona apasionada, entusiasmada, entregada y puedo seguir con los “adas” pero ya se leería mal o redundante. Sí, Christian también, pero en este caso estoy hablando de Cesar, quien antes de que su celular se quedara sin pilame agregó al Facebook y  quedó de verse conmigo un domingo, para una entrevista breve, pues ya tenía la idea de que quería escribir sobre esto. Cesar se fue, llevándose a un somnoliento Antony (él se encargaba como buen anfitrión, de sus invitados) yo me quedé rato más, retomando mi trago en plato pozolero, que por muy indigno que se viera,…

Estaba en Cuernavaca cuando vi la publicación en redes de Christian, amigo y director del cine Morelos, anunciando el evento #DiversidadSomos con una película interesante.

Parte I. La inauguración. Estaba en Cuernavaca cuando vi la publicación en redes de Christian, amigo y director del cine Morelos, anunciando el evento #DiversidadSomos con una película interesante. Y antes de darle que (probablemente) asistiría, Chris al ver que andaba por los rumbos, me invitó a la inauguración del Festival Diversidad Somos, que ocurriría nada más y nada menos que en sus dominios. No debía faltar (y según entendí, no me perdonaría si lo hacía), en el menú inaugural estaba con la película francesa Where horses goes to die, en la que asistiría su director Antony Hickling, presentarían también Jero, uno de los documentales cortos que se realizaron en el taller de realización cinematográfica, y otro corto internacional, Diversxs. Todos con la misma temática (sino que chiste). Obvio, debía de cumplir con todo el rito de la inauguración, función y ya después,  prometía una fiestecilla, en la que ya nos veríamos un rato y conviviríamos como cuates (pues antes, estaría muy ocupado). Puesto que el evento era el primero de agosto, la idea era vernos lo más posible antes de mi regreso a

Peñasco.  Llegue al centro de Cuernavaca, justo a tiempo para ver como divas fabulosas trans y travestís invitaban a la gente a pasar. Todas con abanicos porque hacía un calor del demonio. Obvio, tomé mi respectivo selfie. El cine Morelos depende de la Secretaria de Cultura y verlos ahí, tan segurxs, tan dignxs y fabulosxs , me entusiasmó. Hace algunos años, una propuesta así hubiera levantado a varios de pestañas, y hubiera sido saboteada o atacada por completo como el Circo de los Horrores en Hermosillo (eso sí fue hace poquito, este año). Se apelaba al recurso de la vergüenza y provocaba en los asistentes y exponentes esa altivez que genera la expectativa (o incluso miedo) de estar haciendo algo prohibido (sí, como la lambada). Ya saben, escandalazo, como lo que alguna vez ocurrió con la proyección de la película Heli (ahí…

Primero el gasolinazo (que a muchos ya se nos pasó el furor, pero la gasolina sigue estando cara), luego que el carro definitiva y oficialmente emitió su declaración de “hasta aquí llegué” y entró en coma, seguido del vocho que tiene mucho apego por la inercia (si no lo empujas no prende, y si no lo prendes seguido ya no prende jamás). Como pueden apreciar, el asunto automotor en mi casa está un poco extraño.

Primero el gasolinazo (que a muchos ya se nos pasó el furor, pero la gasolina sigue estando cara), luego que el carro definitiva y oficialmente emitió su declaración de “hasta aquí llegué” y entró en coma, seguido del vocho que tiene mucho apego por la inercia (si no lo empujas no prende, y si no lo prendes seguido ya no prende jamás). Como pueden apreciar, el asunto automotor en mi casa está un poco extraño. Lo interesante de todo esto es que Ariel tiene su moto (seguramente lo ha ya visto por el puerto en su scooter gigante), y todo fluye divinamente hasta que entro yo en la ecuación. Raite, movimiento, translado, llámenle como quieran. Mi primera vez fue horrible. Me alargaron un casco amarillo que me quedaba grande (y que tuve que ponerme un gorro de lana) y sin mucha ceremonia me dijeron «trépate». —¿Así? ¿Nada más? ¿Una pierna de un lado y la otra del otro y ya? ¿Esas son todas las indicaciones? —Bueno, agárrate fuerte— recibí por

contestación y tragué saliva, mucha saliva. En el carro, cierro la puerta, me pongo el cinturón, e incluso, puedo poner el radio. Este vehículo me sentía totalmente desprotegida; veía el suelo muy cerca, el pavimento muy rasposo, el pantalón muy delgadito y mi piel, de momento se me antojó demasiado frágil. Me abracé como si fuera mochila de paracaídas, gritando internamente en muchos idiomas. El casco aparte de amortiguar sonidos, también hacía lo propio con algunos insectos; los vi estrellarse en la mica. Algunos otros, creo me los tragué. No, no creo ¡me los tragué! En medio de la calle estaba una bolita de bichos que atravesamos sin siquiera soltar tantito el acelerador. Desde entonces, con los carros en huelga, y yo me he movido lo menos indispensable. Hacía un mantra y un ritual  antes de subirme a la moto (gorro, casco, lentes, siempre olvidaba el tapabocas, bolsa bien cerrada,…

Hoy es el día que el libro de Harry Potter cumple veinte años (no lo digo para que nos empecemos a sentir viejos, no, para nada, solo lo hago como una referencia y motivo de celebración)

Hoy es el día que el libro de Harry Potter cumple veinte años (no lo digo para que nos empecemos a sentir viejos, no, para nada, solo lo hago como una referencia y motivo de celebración), y por todos lados vemos tests (que en estos salió que yo sería de Ravenclaw), los artículos con curiosidades de la obra y películas y bueno, hasta Facebook tiene su asunto especial que seguramente ya habrás visto ; si le picas al nombre de Harry Potter que esté en rojo, sale una varita y te hace magia (¿no te sale? Entonces de seguro eres muggle o squib). Y sí, yo también no me quería quedar atrás. Me gusta, no soy fan terrible, pero toda la saga de Harry Potter me parece formidable. Para empezar, el acercar a la literatura a niños y jóvenes, no es tarea fácil, y menos cuando en las escuelas ponen Platero y yo y el Mio Cid. Ya lo confirmarán muchos programas de fomento a la lectura. Me he topado con muchos escritores en

talleres y así, en la que menosprecian Harry Potter. —Mira chavo— comentó alguna vez uno de ellos rascándose la barbilla—Harry Potter, no se considera literatura, es una barbaridad, un libro cualquiera para niños sin ningún mérito literario. Así que te pediría de favor que no lo saques como ejemplo para las clases. Piensa en otros libros si te interesa exponer tu opinión o duda. El chico se quedó apenado, humillado. Bajó su mano, encogiéndola hasta guardársela muy bien. Se había echado los cinco (entonces cinco) libros y hasta hace ese momento, era uno de los más aplicados en el taller. Un solo comentario lo apagó por el resto del taller. Él quería hacer algo así, fantasía, una historia de dragones que había ido armando. Pum, bye. Al día siguiente, trajo un cuaderno diferente y lo peor, el chico no daba una. Era un renombrado autor, con…

Estamos muy acostumbrados a estar sobre estimulados muchas veces, prestar atención a algo por mucho tiempo nos causa una sensación  de picante ansiedad; vemos el teléfono,  platicamos, nos movemos, bebemos, tomamos fotos, nos tomamos fotos

Estamos muy acostumbrados a estar sobre estimulados muchas veces, prestar atención a algo por mucho tiempo nos causa una sensación  de picante ansiedad; vemos el teléfono,  platicamos, nos movemos, bebemos, tomamos fotos, nos tomamos fotos (muy importante) estamos pendientes de quien alimenta al ego con un like (como mínimo) presumiendo lo bien que la pasamos, por chat, live... lo que sea. Si algo no nos entretiene por lo menos nos debe causar risa (un ejemplo  de eso es el desasostrozo caso de Amy Schumer y su especial en Neflix, que gracias a ella quitaron el rating de estrellitas a las películas) Entonces tenemos la invitación  de ir a la casa de la Playa a escuchar a Ramsés Chaira: Conversatorio: Poemas e imágenes, desierto, arena y sal de mar. Una velada tranquila que prometía ser más del tipo contemplativo. No, no es como la Ocaña (monólogo genial, muy chispa), ni tampoco como el Autillo (un poco mas serio, pero también muy recomendable). No, tampoco es una simple lectura de poemas... es... un conversatorio, no hay más.

Honestamente  no sabía qué pasaría. Sólo fui porque Ramsés me cae muy bien, lo conozco como actor y se me hace que es muy bueno,  y si puedo apoyar aunque sea en pequeño a sus proyectos, pues qué mejor. Iba con la mejor disposición, aunque fuera después, al terminar, echarme una o dos cervezas con Ramsés. Luego, un jueves de luna llena, llegue a la Casa de la Playa (que funciona eventualmente como foro artístico).  La tarde con matices  de colores rosa y dorados, la luna colándose entre dos palmeras, y todos afuera en la terraza esperando, fumando, platicando, viendo como enterraban en la arena las hijas de Susy  al niño de Julieta. Por la cara que tenían todos, supe que nadie tenia una idea de lo que iba a ocurrir. Ramsés vestido de lo que se me antojo como vaquero urbano chic, de corte "business…

«Si no creemos en la libertad de expresión de aquellos que despreciamos, no creemos en ella en absoluto».Noam Chomsky

«Si no creemos en la libertad de expresión de aquellos que despreciamos, no creemos en ella en absoluto». Noam Chomsky Esta frase me llegó como bala con motivo del día de la libertad de expresión (el 7 de junio).  Incluso la puse en mi face. Es poderosa y verdadera. Tan cierta que la pasamos por alto y se nos olvida. Últimamente podemos ver por todos lados confrontaciones y demeritaciones; hacemos menos la opinión el otro y no como una negociación, sino como un ataque, como si al no pensar y tener las mismas ideas que nosotros no mereciera ser persona. Pero lo es. Y su opinión se formó de alguna forma. No hablemos de política, religión  o fútbol,  como decían nuestros padres como advertencia  cuando se empezaban a caldear los ánimos (pero tarde o temprano terminamos por tocar esos tópicos ). Hablemos de ciencia, cine, literatura, de gatitos y perritos, de la educación de los niños... hay quienes aman a David Lynch hay quienes no lo toleran, hay quienes alaban a García Márquez y hay

quienes creen que es un escritor sobrevalorado, quienes prefieren a los gatos que a los perros, y otros que de plano mejor se compraron un puerco. En educación, hay padres que aseguran que un manazos o coscorrón  a tiempo es lo correcto y hay quienes prefieren hablar con sus hijos en la barra de la cocina sobre los pormenores  de la falta. Las ideas vuelan, llenan los blogs, los videos y si gustas, sus opiniones las puedes tomar como sugerencia y si no, ya te veo simplemente cerrando la ventana. Tan simple. Tal vez no estés de acuerdo con toda la opinión, la sugerencia, o la exposición de motivos, pero hay algunos puntos que igual creas que merecen ser considerados. Metaleros que siguen el ritmo con la cabeza con Shake de Taylor Swift en el transporte público, rockeros de corazón que no tienen empacho alguno en bailarse una cumbia o dos…