Hace poco di una plática de lo básico en la cafetería Maxi House (que tiene una pared de pizarrón muy padre, que muy amablemente me dejaron profanar con mi espantosa letra). Sin embargo, me siguen llegando mensajes de «se oye padre, quiero abrir un blog», «yo sí ocupo que me dediques un tiempito para eso», «Help! Tengo mucho que contar ¿Cómo se hace lo del blog?» y similares, (incluso el de «tu que tienes chancita y ya tienes experiencia, házmelo, y yo ya nada más le sigo»). Entonces les comparto esta mini guía, que espero les ayude. El primer paso para hacer un blog, es querer hacerlo. Suena así de «vaya, que simple, bravo ¡genia!», pero ese es el paso uno ¡Decidirse! Por desgracia, con solo desearlo o “conjurarlo” no va a aparecer con los brazos abiertos y les va a decir con voz seductora «escríbeme». Qué más quisiéramos. Pero en realidad no es nada complicado, solo requiere de un poco de su tiempo y de… El pasó número dos: Piérdanle el
miedo. Yo sé que todos quisiéramos de buenas a primeras, un diseño precioso, único, limpio, profesional, creativo, espectacular, que refleje nuestro buen gusto interior y que gane premios de la BauHaus y el MoMa por igual; con entradas que dejen con la boca abierta al mundo editorial. Y mientras tanto, todas esas ideas, todos esos posibles tópicos a tratar, se van acumulando y empolvando, porque no nos atrevemos a dar el paso. Todo blog y toda persona que hace blog sabe que es un arte perfectible. Y todos esperamos eso. La mejora se va dando conforme a la práctica. Vamos, por algún lado tenemos que empezar. Paso número tres: ¿De qué vas a bloguear? Puede ser de cualquier tema: música, ensayos, recetas de cocina, noticias, historias, fotografías, DIY, crochet, tragos, fitness, reseñas de libros, cuentos de moteles, el día a día con tus hijas super crazy… No importa.…